sábado, 22 de noviembre de 2008

De beodos...

Un borracho que olía a vino por los cuatro costados se sube a un colectivo y se sienta con su roñoso bolso y un diario viejo al lado de un cura. Saca una petaca con ginebra y se toma toda la que queda. Satisfecho, agarra el diario y se pone a leer.
El cura finge que el borracho no existe y disimula su incomodidad. Al rato, el borracho mira al cura y le pregunta:
- Oiga buen hombre! ¿Puede decirme qué cosas causan artritis? El cura, molesto, le responde en tono sarcástico:
- Ciertamente la vida relajada, el andar frecuentando mujeres mundanas, los excesos con el alcohol y todas esas porquerías!
- Dios me libre!... responde el borracho volviendo a su lectura.
El cura, pensando en lo que dijo al pobre infeliz, decide disculparse y le dice en tono comprensivo: - Disculpe usted, no quise ser tan rudo... ¿desde cuando sufre de artritis?
- Yo, nunca la padecí, padre! Sólo estaba leyendo en este diario que El Papa la sufre hace unos meses.

Una señora con canasta, bolsas de mandado y su hijo, iban en un camión repleto.
En eso el niño suelta tremenda flatulencia, más apestosa que el diablo. La gente se queja y grita desesperada por el olor. La misma acción se repite dos veces más, y a la tercera, la mamá apenada le dice al niño:
- Mijito, ya contrólate, ahora que lleguemos a la casa te cueso una yerbita o un tecito para que te compongas de tu pancita.
En eso, un borracho que iba parado en la parte trasera del camión grita y dice:
- ¡No señor!, no le cosa un tecito... mejor cósale el culo.

Un borracho muy borracho se acerca a un policia con unas llaves en la mano y le dice:
- Oficial..ehh me tiene que ayudar.... Me robaron el auto, mi precioso auto!! A lo que el policia contesta:
- Mire, sinceramente yo no creo que ud. tenga un auto.. Mirese como está, completamente borracho, todo desarreglado, con la bragueta baja y el pito al aire.
El beodo se mira, se toma la cabeza y exclama:
- NOO!... ME ROBARON MI NOVIA!!

En el bar:
- Fíjate que me he casado dos veces y en las dos me ha ido muy mal.
- ¿Por qué? -pregunta el cantinero-.
- Bueno, la primera vez mi esposa se fue de la casa con otro.
- Que barbaridad, -se compadece el barman-, ¿Y la segunda?.
- Todavía no se va.

Esta un borracho persiguiendo a dos rubias imponentes por la calle.
En eso, una de ellas, se da la vuelta y dice:
- ¡Se puede saber que quiere!
- Ah.. sii!!... pero puedo elegir!?